No Temáis

No Temáis

Cuando le vi, caí como muerto a sus pies. Y él puso su diestra sobre mí, diciéndome: No temas; yo soy el primero y el último; y el que vivo, y estuve muerto; mas he aquí que vivo por los siglos de los siglos, amén. Y tengo las llaves de la muerte y del Hades.
Apocalipsis 1: 17-18

El temor es a menudo la respuesta natural cuando se encuentra con la presencia manifiesta de Cristo porque está encontrando lo desconocido. Incluso el apóstol Juan, quien supuestamente conocía a Cristo mejor que cualquier persona en la tierra, temía por su vida cuando se encontró con el Cristo ascendido, exaltado y glorificado.
 
Con demasiada frecuencia, nuestra adoración es demasiada dócil, predecible y no atemorizante. Dios quiere que su adoración cuando se encuentra en la presencia manifiesta de Cristo se conmueva hasta el corazón.
 
¿Cuándo fue la última vez que Dios le sorprendió, le dejó sin aliento o le dejó con la mandíbula caída y los ojos abiertos de par en par? Tal vez hoy. Quizás ahora.
 
Señor Jesús, exaltado Cristo, encuéntrame hoy y llena mis ojos con tu asombrosa maravilla en Tu feroz presencia.

¡Oremos Por Favor!
Estamos pidiéndole a Dios que el resto de los países ds estados de EE.UU. reciban la formación de la Escuela de Oración. Ore con nosotros hoy el mundo y lopor Liechtenstein y Kansas.

Este encuentro diario con Cristo, que enciende el fuego, no tiene la intención de reemplazar su lectura diaria de la Biblia y el tiempo de oración, sino más bien sirve para motivarle a pasar más tiempo en Su presencia.

AÑO EN FUEGO
© Fred A. Hartley, III
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A menos que se indique lo contrario, se usa la Biblia Inglesa Estándar (ESV).
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