Una Promesa, No Una Probabilidad
Una Promesa, No Una Probabilidad
“En el último día de la fiesta, el gran día, Jesús se puso de pie y gritó: ‘Si alguno tiene sed, que venga a mí y beba’.” Juan 7:37
Una promesa de Dios no es una simple probabilidad. Puedes ir a las máquinas tragamonedas en Las Vegas si quieres probabilidad; pero una promesa de Dios no es una probabilidad, es una certeza.
Cuando Jesús le invita a venir a beber, no dice, probablemente de su interior fluirán ríos de agua viva. Dijo que lo harán.
Beba ahora de Jesús y reciba su promesa.
¡Aleluya! Jesús, eres el cumplidor de la promesa y en este momento recibo las corrientes de agua viva que broten de mi ser interior.
¡Oremos Por Favor!
Estamos pidiéndole a Dios que el resto de los países (31) del mundo y los (16) estados de EE.UU. reciban la formación del Escuela de Oración. Ore con nosotros hoy por Nauru y Kentucky.
AÑO EN FUEGO
© Fred A. Hartley, III
Reservados todos los derechos
La Biblia estándar inglesa (ESV) se usa normalmente, a menos que se indique lo contrario.
Este encuentro diario con Cristo, iniciador de fuego, no pretende reemplazar su lectura diaria de la Biblia y su tiempo de oración, sino más bien motivarlo a pasar más tiempo en Su presencia.
“En el último día de la fiesta, el gran día, Jesús se puso de pie y gritó: ‘Si alguno tiene sed, que venga a mí y beba’.” Juan 7:37
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