EL AVIVAMIENTO TRAE ARREPENTIMIENTO

EL AVIVAMIENTO TRAE ARREPENTIMIENTO
 
“¡Arrepentíos, porque el reino de los cielos se ha acercado!” Mateo 3:2, 4:17

Tanto Juan el Bautista como Jesús comenzaron sus ministerios con estas palabras. Sus palabras y predicación definitivamente trajeron avivamiento a la gente. Una de las señales de que el avivamiento se está produciendo, es el arrepentimiento. Cuando tenemos un encuentro con Jesús y su justicia, reconocemos nuestra propia pecaminosidad y queremos ser limpiados. Estamos dispuestos a dejar atrás las cosas que nos han impedido vivir en la plenitud del Espíritu.

David sintió el peso del pecado cuando cometió adulterio y asesinato. Él dijo en el Salmo 51: 2- 4 “Lávame más y más de mi maldad, y límpiame de mi pecado. Porque yo reconozco mis rebeliones, y mi pecado está siempre delante de mí. Contra ti, contra ti solo he pecado, y he hecho lo malo delante de tus ojos”. Se arrepintió cuando encontró la verdad de lo que había hecho y su injusticia. Continuó pidiéndole regularmente al Señor: “Examíname, oh Dios, y conoce mi corazón; Pruébame y conoce mis pensamientos; Y ve si hay en mí camino de perversidad, y guíame por el camino eterno”. (Salmo 139:23-24)

Señor Jesús, hoy vengo ante ti pidiéndote que me escudriñes y conozcas mi corazón. Identifica cualquier pensamiento o acción injusta que haya tenido. Guíame en tu camino hoy. Lléname de tu Espíritu y ayúdame a dar el fruto del Espíritu a lo largo de este día.

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