LA PRESENCIA REVITALIZANTE DE CRISTO EN NUESTROS HOGARES

LA PRESENCIA REVITALIZANTE DE CRISTO EN NUESTROS HOGARES
 
“‘Y temiendo David a Jehová aquel día, dijo: “¿Cómo ha de venir a mí el arca de Jehová?’ De modo que David no quiso traer para si el arca del Señor a la ciudad de David; y la hizo llevar David a casa de Obed-edom geteo. Y estuvo el arca de Jehová en casa de Obed-edom geteo tres meses; y bendijo Jehová a Obed-edom y a toda su casa.” 2 Samuel 6:9-11

En este pasaje, David está trasladando el Arca del Pacto a Jerusalén. Esta no es una tarea fácil. El arca era literalmente la presencia de Dios. En el interior se guardaban los Diez Mandamientos, la vara de Aarón y una bandeja con maná. Esta era la santa presencia de Dios y nadie debería tratarla como algo común. Si lee el comienzo de este capítulo, verá que Aza murió porque trató lo que era santo como algo común.

¡Lo que sucede después de esto es INCREÍBLE!

David no quiere continuar con el arca a Jerusalén y, en cambio, decide buscar un lugar temporal para quedarse. Un hombre llamado Obed-Edom se ofrece como voluntario para guardar el arca en su casa. Esto es increíble. Ahora, no tenemos mucha información más que esta: guardó el arca durante 3 meses y que Dios lo bendijo a él y a toda su casa.

Hay un par de cosas que quiero señalar: Primero, vemos que Obed-Edom acogió con agrado la presencia de Dios. Podría haber inventado todo tipo de excusas y haber perdido esta oportunidad. Sin embargo, dejó todo lo demás a un lado para acoger la presencia de Dios. En segundo lugar, Dios lo bendijo a él y a su familia porque allí fue bienvenido.

Amigos, suceden grandes cosas cuando damos la bienvenida a la presencia de Cristo en nuestros hogares. Necesitamos la presencia manifiesta de Cristo. Necesitamos un avivamiento ahora. Oremos para que Cristo avive a cada miembro de nuestro hogar.

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