Promesas de Poder
Promesas de Poder
“Por medio de las cuales nos ha dado sus preciosas y grandísimas promesas …”. 2 Pedro 1: 4
Cada promesa de Dios está en fuego, es decir, tienen la intención de llevarlo a encontrar el fuego de la presencia manifiesta de Dios. Por esta razón, las promesas de Dios se llaman preciosas y grandísimas.
Este Año en Fuego 2022 totalmente nuevo está dedicado a llevarlo a encontrar a Cristo diariamente en las promesas de Dios. Cada día contendrá una nueva promesa de Dios que fortalecerá su fe, edificará su vida de oración y profundizará su relación de amor con Cristo.
Estas dos palabras, preciosas y grandísimas, serán más significativas para usted durante este año.
Preciosas, porque descubrirá cuán valiosas, apreciadas, relevantes y útiles son Sus promesas.
Grandísimas, porque descubrirá cuán prácticas, potentes, y transformadoras son realmente sus promesas. Mientras lea la palabra de Dios y escucha su voz profética, él le enseñará todos los días a reconocer las promesas y a llevarlas al banco del cielo para hacer un retiro.
Padre Amado, comienza hoy a entrenarme en las promesas de Dios. Ayúdame a reconocerlas, asirlas firmemente y llevarlas a los atrios del cielo todos los días y recibir de tu abundancia.
“Por medio de las cuales nos ha dado sus preciosas y grandísimas promesas …”. 2 Pedro 1: 4
Cada promesa de Dios está en fuego, es decir, tienen la intención de llevarlo a encontrar el fuego de la presencia manifiesta de Dios. Por esta razón, las promesas de Dios se llaman preciosas y grandísimas.
Este Año en Fuego 2022 totalmente nuevo está dedicado a llevarlo a encontrar a Cristo diariamente en las promesas de Dios. Cada día contendrá una nueva promesa de Dios que fortalecerá su fe, edificará su vida de oración y profundizará su relación de amor con Cristo.
Estas dos palabras, preciosas y grandísimas, serán más significativas para usted durante este año.
Preciosas, porque descubrirá cuán valiosas, apreciadas, relevantes y útiles son Sus promesas.
Grandísimas, porque descubrirá cuán prácticas, potentes, y transformadoras son realmente sus promesas. Mientras lea la palabra de Dios y escucha su voz profética, él le enseñará todos los días a reconocer las promesas y a llevarlas al banco del cielo para hacer un retiro.
Padre Amado, comienza hoy a entrenarme en las promesas de Dios. Ayúdame a reconocerlas, asirlas firmemente y llevarlas a los atrios del cielo todos los días y recibir de tu abundancia.
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