Nuestro Escudo

Nuestro Escudo

"En todas las circunstancias, tomad el escudo de la fe." Efesios 6:16

Cuando tome el escudo de la fe hoy, asegúrese de encontrar a Cristo en el proceso. Cristo es su Protector y Él le protegerá de todo mal.
 
Hay muchas flechas encendidas que el maligno nos dispara: mentiras, burlas, acusaciones, tentaciones, miedos y otros espíritus malignos. El enemigo sabe cuándo somos más vulnerables, y ahí es cuando dispara sus flechas contra nosotros.
 
Nuestro escudo es más beneficioso que el escudo romano; el escudo romano interceptaría las flechas en llamas de los enemigos, pero no extinguiría el salpicar del alquitrán en llamas que quemaría la piel y heriría a los soldados. Nuestro escudo, el Señor Jesucristo mismo, no solo intercepta las flechas encendidas, sino que es capaz de apagar la llama por completo.
 
Dios no solo quiere que esté equipado para la batalla, sino que quiere que sea inteligente en la forma en que utiliza su armamento. Si ha sido herido en la batalla, aplique el escudo de la fe hoy para sanar los lugares en su alma donde le han quemado las palabras crueles, insensibles e hirientes de los demás.
 
Padre Amado, te alabo porque el Señor Jesucristo fue herido por mí. Hoy, levanto a Cristo como mi escudo de fe y aplico su protección a las flechas que me disparan, también aplico su sanidad a mis lugares heridos.

AÑO EN FUEGO
© Fred A. Hartley, III
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A menos que se indique lo contrario, se usa la Biblia Inglesa Estándar (ESV).

Este encuentro diario con Cristo, que enciende el fuego, no tiene la intención de reemplazar su lectura diaria de la Biblia y el tiempo de oración, sino más bien sirve para motivarle a pasar más tiempo en Su presencia.
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