Alzad Las Puertas
Alzad Las Puertas
"Alzad, oh puertas, vuestras cabezas, Y alzaos vosotras, puertas eternas, Y entrará el Rey de gloria."
Salmo 24:7
Todos somos guardianes de las puertas de entrada, guardianes de nuestras mentes, nuestros cuerpos, nuestras almas, nuestros corazones, nuestras familias, nuestros nombres, nuestros trabajos, la comunidad y la iglesia local. Una puerta representa una esfera de influencia y un guardián tiene autoridad sobre una esfera de influencia en particular.
No hay mayor honor como guardianes que ejercer nuestra autoridad legítima y pedir la eliminación de obstáculos para que la presencia manifiesta de Cristo pueda entrar. ¡Qué honor! Qué privilegio.
Este privilegio es suyo como persona de influencia, Dios le ha asignado el honor distintivo de no solo ejercer autoridad delegada, sino de usar esa autoridad máxima para recibir la presencia manifiesta de Cristo. ¡Ahora, guardián, abra sus puertas y dele la bienvenida al Rey de la Gloria!
Sí, Padre, hoy clamo para que las puertas de mi vida, sean abiertas para que el Rey de Gloria pueda entrar.
AÑO EN FUEGO
© Fred A. Hartley, III
Todos los derechos reservados.
A menos que se indique lo contrario, se usa la Biblia Inglesa Estándar (ESV).
Este encuentro diario con Cristo, que enciende el fuego, no tiene la intención de reemplazar su lectura diaria de la Biblia y el tiempo de oración, sino más bien sirve para motivarle a pasar más tiempo en Su presencia.
"Alzad, oh puertas, vuestras cabezas, Y alzaos vosotras, puertas eternas, Y entrará el Rey de gloria."
Salmo 24:7
Todos somos guardianes de las puertas de entrada, guardianes de nuestras mentes, nuestros cuerpos, nuestras almas, nuestros corazones, nuestras familias, nuestros nombres, nuestros trabajos, la comunidad y la iglesia local. Una puerta representa una esfera de influencia y un guardián tiene autoridad sobre una esfera de influencia en particular.
No hay mayor honor como guardianes que ejercer nuestra autoridad legítima y pedir la eliminación de obstáculos para que la presencia manifiesta de Cristo pueda entrar. ¡Qué honor! Qué privilegio.
Este privilegio es suyo como persona de influencia, Dios le ha asignado el honor distintivo de no solo ejercer autoridad delegada, sino de usar esa autoridad máxima para recibir la presencia manifiesta de Cristo. ¡Ahora, guardián, abra sus puertas y dele la bienvenida al Rey de la Gloria!
Sí, Padre, hoy clamo para que las puertas de mi vida, sean abiertas para que el Rey de Gloria pueda entrar.
AÑO EN FUEGO
© Fred A. Hartley, III
Todos los derechos reservados.
A menos que se indique lo contrario, se usa la Biblia Inglesa Estándar (ESV).
Este encuentro diario con Cristo, que enciende el fuego, no tiene la intención de reemplazar su lectura diaria de la Biblia y el tiempo de oración, sino más bien sirve para motivarle a pasar más tiempo en Su presencia.
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