Conquistando El Desaliento

Conquistando El Desaliento

"...El Dios de todo aliento". 2 Corintios 1: 3 NIV

Si tiene desaliento, no lo obtuviste de Dios. Dios es el Dios de todo aliento. La mayoría de las traducciones de 2 Corintios 1: 3 dicen: "El Dios de toda consolación". La palabra traducida "consuelo" es la palabra griega parakaleo, que significa "consolador". Dios es el Dios de toda consolación.
 
Armin Gesswein solía decir: "El desaliento es un pecado; no le enviará al infierno, pero le hará sentir que está viviendo allí".
 
Armin Gesswein solía tener tres reglas con respecto al desaliento: reconocerlo, rechazarlo y reemplazarlo. Buen consejo.
 
En su propia vida, su familia, su lugar de trabajo, el desaliento es destructivo. Le impedirá escuchar la voz de Dios. Le hará inútil. El desaliento no es de Dios.
 
Tómese el tiempo ahora mismo para reconocer cualquier desánimo en su corazón, rechazarlo y reemplazarlo con un espíritu de aliento.
 
Padre Amado, me arrepiento. Reconozco mi desaliento y renuncio a ello en el Nombre del Señor Jesucristo. Recibo de ti ahora mismo tu Santo Espíritu de aliento, en el Nombre de Jesús.

AÑO EN FUEGO
© Fred A. Hartley, III
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A menos que se indique lo contrario, se usa la Biblia Inglesa Estándar (ESV).

Este encuentro diario con Cristo, que enciende el fuego, no tiene la intención de reemplazar su lectura diaria de la Biblia y el tiempo de oración, sino más bien sirve para motivarle a pasar más tiempo en Su presencia.
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